La realización de escenas con contenido sexual en el cementerio de Alcoy (Alicante), específicamente en las inmediaciones del mausoleo de Camilo Sesto, ha generado una notable reacción en la localidad natal del artista y ha provocado un enfrentamiento político entre el ayuntamiento y los partidos de la oposición.
Estos rodajes se llevaron a cabo en diciembre de 2024, en un periodo en que el mausoleo del cantante —que falleció en 2019— seguía sin estar terminado y antes del traslado de sus restos. La noticia ha provocado malestar tanto entre los residentes como en representantes políticos, quienes cuestionan cómo se pudo permitir este tipo de grabación en un lugar considerado delicado.
Frente a esta situación, la concejala de Turismo, Lorena Zamorano, ha informado que la próxima normativa municipal incluirá explícitamente la prohibición de grabar producciones para adultos en espacios públicos, así como cualquier actividad que pueda atentar contra la dignidad humana, los derechos humanos o el bienestar de los animales.
El Partido Popular en el ayuntamiento ha catalogado el incidente como “inapropiado y censurable”, argumentando que autorizar estas filmaciones en ese lugar constituye “una falta de respeto considerable” hacia la memoria del cantante, su familia y la población alcoyana.
Por otro lado, el gobierno local, compuesto por PSPV-PSOE y Compromís, ha negado haber dado permiso para dicha grabación. Desde la administración municipal han aclarado que la Alcoy Film Office, encargada de gestionar los permisos audiovisuales, no aprobó autorizaciones para proyectos de contenido pornográfico.
Según la documentación examinada, la productora que solicitó el permiso describió el proyecto como la visita de un personaje a la tumba de su pareja en un momento de reflexión y tristeza, sin mencionar ni a Camilo Sesto ni a elementos concretos del patrimonio funerario de la ciudad. El consistorio considera que es “irresponsable distorsionar los hechos y generar confusión en la población”, y resalta que no había indicios del verdadero contenido en la solicitud presentada.
La polémica sigue vigente y ha reavivado la discusión sobre la regulación del uso de espacios públicos y patrimoniales para rodajes audiovisuales.


