Ceuta, 7 de noviembre de 2025
La pasada semana, mi familia vivió uno de esos momentos que nadie desea enfrentar. Mi esposa y mi hija sufrieron un grave accidente que, en cuestión de segundos, nos cambió la vida. Hoy, gracias a la profesionalidad, la rapidez y la humanidad del equipo médico y sanitario del Hospital Universitario de Ceuta, puedo escribir estas líneas con esperanza y gratitud.
Desde el primer instante, la atención fue ejemplar. Cada minuto contó, y el personal actuó con una eficacia y una coordinación admirables. En tiempo récord se realizaron las pruebas, se tomó la decisión quirúrgica y se llevó a cabo la operación con un resultado que solo puedo calificar de extraordinario.
Quiero expresar públicamente mi más sincero agradecimiento a todos los médicos, enfermeras, celadores y personal del hospital que participaron en su atención. Su compromiso y profesionalidad reflejan la grandeza de nuestra sanidad pública, esa que tantas veces se da por sentada y que, sin embargo, es uno de los mayores orgullos de nuestra sociedad.
Una mención muy especial merece el doctor Nabil Mawas Terki, jefe del servicio de Traumatología, por su entrega, su cercanía y su liderazgo al frente de un equipo que no solo cura, sino que acompaña, consuela y transmite confianza en los momentos más difíciles.

Hoy quiero decir alto y claro que lo público hay que cuidarlo. Debemos seguir apostando por la sanidad pública y cuidarla entre todos, porque representa la garantía de que, cuando más lo necesitamos, hay profesionales que nos atienden con entrega, con conocimiento y con humanidad. Su labor diaria es un ejemplo de vocación y compromiso con el bien común.
En nombre de toda mi familia: gracias, de corazón.
Siempre estaré profundamente agradecido por todo lo que han hecho por mi esposa, por mi hija y por todos los pacientes que, como nosotros, encuentran en ustedes un refugio de esperanza, dignidad y vida.



