El empresario Víctor de Aldama ha aportado detalles inéditos sobre el proceso que condujo al controvertido rescate de la aerolínea Plus Ultra. Según su declaración, fue el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero quien transmitió la instrucción directamente al entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, durante una reunión que culminó en un marcado desencuentro personal. Aldama indica que, ante la oposición del ministro, fue el presidente del Gobierno quien finalmente decidió llevar adelante la operación de apoyo financiero.
Una reunión marcada por la tensión en el Ministerio
Aldama narra que fue testigo presencial estando en la oficina contigua a la de Ábalos en el momento del encuentro. Según su relato, Zapatero se personó en la sede ministerial para comunicar que «era imprescindible salvar a la empresa Plus Ultra». Ábalos reaccionó con un rechazo contundente, lo que desencadenó un «intercambio acalorado» y una discusión en tono elevado.
Al finalizar la reunión, Aldama describe la actitud claramente molesta de Ábalos. Cuando su asesor, Koldo García, le preguntó por la razón de su disgusto, el ministro detalló la exigencia de Zapatero y su negativa inicial a acatarla.
La llamada definitiva a Presidencia
Para confirmar el origen de la orden, Ábalos supuestamente realizó una llamada telefónica al presidente del Gobierno. Aldama, que presenció esa comunicación, afirma que el jefe del Ejecutivo ratificó las indicaciones de Zapatero y ordenó al ministro «hacer lo necesario para rescatar Plus Ultra», sin aportar mayores detalles técnicos o políticos.
Malestar y cambio en la postura
El empresario destaca que Ábalos quedó «profundamente indignado» ante lo que percibió como una imposición directa de los niveles superiores del Gobierno. Estas declaraciones buscan esclarecer las presiones internas que rodearon la aportación de fondos públicos a la aerolínea, un episodio que, según Aldama, resultó crucial para las investigaciones judiciales en curso sobre el caso.
El testimonio intenta reconstruir con exactitud la cadena de mando y las decisiones políticas que, aparentemente, primaron sobre los criterios técnicos del Ministerio de Transportes en ese periodo.