El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha comenzado una nueva investigación para determinar el origen del brote de peste porcina africana (PPA) detectado en la provincia de Barcelona, tras recibir el informe del laboratorio de referencia de la Unión Europea sobre la secuenciación genómica del virus.
El estudio genético indica que la cepa encontrada pertenece a un grupo diferente al actualmente circulante en Europa, asemejándose mucho al virus de referencia “Georgia 2007”, que se utiliza en ensayos experimentales en instalaciones controladas para el desarrollo de vacunas y el análisis de la infección. Según Agricultura, no se puede descartar que «su origen pueda ser una instalación de confinamiento biológico».
Hasta este momento, la hipótesis más aceptada era la llamada “teoría del bocata”, que sugiere que el virus habría llegado a España a través de animales o productos contaminados procedentes de países con presencia de PPA. No obstante, la nueva evidencia abre la posibilidad de que el brote haya surgido de forma local.
En este marco, el laboratorio IRTA-CReSA, ubicado a menos de un kilómetro de los lugares donde se hallaron los jabalíes infectados, se sitúa en el centro de la investigación. Este centro, dependiente del Departamento de Agricultura de la Generalitat, desarrolla trabajos con cerdos infectados bajo condiciones de máxima bioseguridad. Los responsables aseguran que en los últimos cuatro meses se han revisado todos los protocolos sin encontrar irregularidades que puedan justificar una fuga del virus.
Joaquim Segalés, veterinario e investigador del IRTA-CReSA, explicó que las instalaciones cuentan con presión negativa para impedir cualquier escape hacia el exterior y que el manejo del virus de la PPA exige un nivel casi máximo de bioseguridad. “No existe evidencia alguna que indique que un fallo en los protocolos de seguridad haya provocado la salida del virus”, afirmó.
Por su parte, el consejero de Agricultura de la Generalitat, Òscar Ordeig, apeló a la prudencia frente a las conjeturas: “No confirmamos ni descartamos nada. Todas las opciones permanecen abiertas y evitaremos especular. Compartiremos resultados cuando sean validados científicamente”.
Por el momento, continúan activos 13 casos confirmados de jabalíes muertos y se mantienen vigentes las medidas de contención recomendadas por Europa. Las autoridades recuerdan que el virus es altamente letal y puede permanecer viable en carne fresca hasta por 110 días, y en productos congelados durante más de mil días, por lo que la contención estricta resulta fundamental.



